El Nacimiento del Rio Cuervo, se encuentra junto a Vega del Codorno, a 80 km de Cuenca.
Para llegar hasta el nacimiento del río Cuervo, hay que ir hasta Cuenca y desde allí, tomar la carretera que sigue la Hoz del Júcar y se adentra en la Serranía.
A medida que avanzamos por la serranía de Cuenca, nos encontramos con paisajes de gran belleza y pueblos como Uña, Huélamo, Tragacete... Algunos de ellos son de origen medieval, y conservan edificios históricos en un entorno de bellos paisajes.
Pasado Tragacete, a 12 Kms. se llega al Nacimiento del río Cuervo.
Lo primero que encontramos es un restaurante (el único que hay en el área recreativa), en medio de una gran explanada, rodeada de un bosque de coníferas y una pared rocosa.
Para llegar hasta el nacimiento del río Cuervo, hay que ir hasta Cuenca y desde allí, tomar la carretera que sigue la Hoz del Júcar y se adentra en la Serranía.
A medida que avanzamos por la serranía de Cuenca, nos encontramos con paisajes de gran belleza y pueblos como Uña, Huélamo, Tragacete... Algunos de ellos son de origen medieval, y conservan edificios históricos en un entorno de bellos paisajes.
Pasado Tragacete, a 12 Kms. se llega al Nacimiento del río Cuervo.
Lo primero que encontramos es un restaurante (el único que hay en el área recreativa), en medio de una gran explanada, rodeada de un bosque de coníferas y una pared rocosa.
En esta explanada hay, diseminadas, varias mesas de madera con sus asientos, para comer apaciblemente disfrutando de un día en la naturaleza.
Un gran cartel informativo sobre el área natural da acceso al camino que recorreremos hasta alcanzar el nacimiento del río Cuervo.
Comenzamos la ruta, siguiendo las indicaciones que encontramos en postes que van marcando el camino. Tras unos metros, llegamos a un lago de aguas cristalinas, que parecen un espejo.
Este lago, que en realidad no es tal, sino un tramo del río Cuervo ensanchado, viene del agua caida por la cascada.
Lo normal es que la gente piense que esa cascada es el nacimiento del río Cuervo, pero no, no lo es.
El sentido de la ruta es contracorriente, esto es, en el sentido contrario al discurrir del río.
Dejando la cascada a nuestra izquierda, continuamos el ascenso.
Éste es el tramo más pronunciado en la subida, durante toda la ruta.
En un pequeño recodo del camino, justo al terminar esta pequeña subida, el río desaparece en su caida, formando la cascada, no muy grande, pero si espectacular y con mucho encanto.
Continuamos el camino, siempre con el río Cuervo a nuestra izquierda.
Durante el paseo, encontramos pequeños saltos de agua, que le dan un cierto encanto al río y su entorno, formado por arces, tilos, avellanos, tejos, pinos silvestres, y un sinfín de flora autóctona, regalándonos el sonido de sus aguas cantarinas.
Por fin, llegamos a una zona en la que encontramos una pared rocosa frente a nosotros. De una pequeña grieta mana el agua que cae suavemente, formando un remanso de aguas puras y cristalinas.
la zona inmediata se cubre por una alfombra de lentejas de agua, tan tupida que apenas deja ver el agua del río Cuervo.
La vuelta se hace por el mismo camino. Ahora, el río queda a nuestra derecha.
Descendemos hasta volver al parking, en la misma explanada donde empieza la ruta.
La luz empieza a desaparecer. Es hora de volver a casa.
© 2005-2009 MayteVidal
Hola Mayte gracias por tus comentarios en mi blog.
ResponderEliminarMe gusta mucho tú blog, me sorprende ver como se parecen nuestros gustos en fotografía, aunque las tuyas son mejores :-).
He buscado tu mail para seguir en contacto contigo pero no lo he visto, me lo puedes dar??
Saludos