Desde Rinlo, las playas de Ribadeo conforman un espacio natural protegido, catalogado como ''RED NATURA''
Desde la Illa Pancha, en el este, hasta el límite con el municipio de Barreiros, en el oeste, el litoral ribadense se convierte en un sinfín de entrantes y salientes.
Entre los primeros, predominan las playas recogidas, como las de Rocas Blancas, Xuncos, Las Islas, Los Castros y Esteiro, o pequeñas ensenadas rocosas, como Insua, Arnela, Coedo, Areosa, entre otras, muchas veces cubiertas por cantos redondeados y que pueden pasar desapercibidas si no nos acercamos lo suficiente al borde del mar.
Entre los segundos, destacan numerosos salientes que se incrustan en el mar, como Punta Corveira, o Punta das Covas.
Un ejemplo único es la playa de Augasantas, conocida popularmente como Playa de las Catedrales.
Todo el paseo por la ruta de las playas transcurre entre flores y el verde de los prados que se asoman al mar.
RINLO
Según cuentan los más ancianos del lugar, Rinlo es un pueblo con más de 500 años de historia, y tiene sus origenes como puerto ballenero.
Hoy es un pequeño y pintoresco puerto pesquero y posee la segunda Cofradia de Pescadores más antigua de España.
Es conocido popularmente como el lugar donde se crian los mejores percebes, langostas, bogavantes y centollos de toda la costa cantábrica.
Siguiendo la costa, entre prados de un verde eléctrico, salpicados de flores, en un agradable paseo que, bien puede hacerse andando, mientras nos impregnamos de la suave brisa marina y su olor tan característico, bien en bici, o bien, para los que quieren hacer el recorrido más rápidamente, en coche, llegamos a la pequeña playa de Xuncos, de aspecto rocoso y abrupto acantilado, con una arena fina y blanca.
A partir de aqui, las playas están mas cerca unas de otras.
A partir de aqui, las playas están mas cerca unas de otras.
La siguiente playa con la que nos encontramos es la playa de Los Castros, que junto a la de Las Catedrales es, sin duda una de las playas más emblemáticas de Ribadeo.
El verde de los prados y el azul del mar enmarcan esta playa, en la cual se bañaban hace dos mil años los antepasados lucenses.
Posee la Bandera Azul de la CEE desde 1997, y podemos considerarla dividida en dos: la occidental de "As Illas" y la propiamente denominada "Os Castros", ambas comunicadas durante las bajamares.
Para acceder a ella, hay que bajar un buen trecho de escalones, y atravesar un pasadizo rocoso, producto de la erosión del viento y el mar.
Seguimos el camino en dirección oeste, y llegamos a la playa de Esteiro, una pequeña y abrigada cala muy protegida del oleaje.
Tiene forma de ensenada, oleaje moderado, y arena blanca.
El entorno está sin urbanizar, y cuenta con extensas praderas cercanas y con la típica población faunística de litoral. Se sitúa en la ensenada de Cadramón, entre las playas de As Catedrais y As Illas. Muy recomendable para el baño de los más pequeños, ya que en bajamar se forma una pequeña laguna en la que pueden disfrutar del baño sin ningún peligro.
Por último, llegamos a la playa más mítica de Ribadeo, Las Catedrales, antiguamente llamada ''Augasantas''.
Ésta es una playa destinada a la visita y el paseo. En las formas de sus rocas, esconde una belleza extraordinaria.
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Los arcos, pórticos y pasadizos de más de 30 m de altura, formados por el viento y el mar, se asemejan a los arbotantes de las catedrales, de ahí su actual nombre.
Está declarada Monumento natural por la Consellería de Medio Ambiente de la Xunta de Galicia. Realmente lo destacable de la playa son sus acantilados, que solo pueden apreciarse adecuadamente durante la marea baja. Durante la marea alta la playa es relativamente pequeña, de fina arena y adecuada para el baño, pero no se aprecian los acantilados, ni tampoco desde la parte superior de los mismos. Sin embargo, la marea baja nos da acceso a un largo arenal por el que podemos pasear y ver las caprichosas formas que la erosión ha esculpido en la pared rocosa . Posee la Bandera Azul de la CEE desde 1997 . De arenas suaves y claras, con muy poca pendiente, debe ser visitada en bajamar, ya que al subir la marea queda rápìdamente cubierta por el agua.
En todas las playas hay restaurantes para comer mientras obsevamos el vaivén de las olas chocando contra los muros de pizarra.
Está declarada Monumento natural por la Consellería de Medio Ambiente de la Xunta de Galicia. Realmente lo destacable de la playa son sus acantilados, que solo pueden apreciarse adecuadamente durante la marea baja. Durante la marea alta la playa es relativamente pequeña, de fina arena y adecuada para el baño, pero no se aprecian los acantilados, ni tampoco desde la parte superior de los mismos. Sin embargo, la marea baja nos da acceso a un largo arenal por el que podemos pasear y ver las caprichosas formas que la erosión ha esculpido en la pared rocosa . Posee la Bandera Azul de la CEE desde 1997 . De arenas suaves y claras, con muy poca pendiente, debe ser visitada en bajamar, ya que al subir la marea queda rápìdamente cubierta por el agua.
En todas las playas hay restaurantes para comer mientras obsevamos el vaivén de las olas chocando contra los muros de pizarra.
El lugar dónde yo comí fue en Rinlo, antes de empezar la ruta, en el Hotel-Restaurante ''La Villa'', donde se come fenomenalmente bien y a buen precio. El pulpo ''a feira'', exquisito, los chuletones, con muy buena pinta, y el ribeiro.... simplemente buenísimo.
Es una antigua casa del lugar, restaurada y decorada con estilo rústico, bien integrada en el paisaje de la costa lucense.
© MayteVidal @2008
A medida que se acerca el invierno, disfrutad con el verde del abeto y los pájaros al vuelo, con la promesa de la Navidad, la cara radiante de un niño, el calor de un fuego, la nieve que cae silenciosamente.Te deseo una maravillosa Navidad. Saludos!
ResponderEliminarIgualmente, Mingo.
ResponderEliminar¡¡¡ Que tengas unas muy felices fiestas !!!
Saludos!