El desfiladero de la Yecla es una garganta estrecha y profunda, modelada durante millones de años por la acción de las aguas del arroyo El Cauce.
La vegetación abraza las paredes rocosas, invadiendo cualquier pequeña grieta.
Una pasarela levantada en la garganta, junto a sus paredes pétreas, sobre pequeñas pozas y cascadas, permite recorrerla en su totalidad.
La luz del día entra tímidamente por la estrecha hendidura al descubierto, entre las dos paredes.
El río Mataviejas besa con sus aguas tranquilas y cristalinas la roca del desfiladero
En algunas zonas, la anchura del desfiladero mide algo menos de dos metros.
Pequeñas cascadas deleitan el paseo por el desfiladero con sus aguas danzantes y cantarinas
Pequeñas cascadas deleitan el paseo por el desfiladero con sus aguas danzantes y cantarinas
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