Patones de Arriba es un pequeño pueblo camuflado en la montaña, gracias a sus casas construidas con pizarra y que mimetizan el entorno.
Para llegar hasta él, debemos coger la A-1, Madrid-Burgos. En el km 50, salimos, en dicrección Torrelaguna, por la N-320 y una vez pasado Torrelaguna, seguimos hasta Patones por la M-102.
Para llegar hasta él, debemos coger la A-1, Madrid-Burgos. En el km 50, salimos, en dicrección Torrelaguna, por la N-320 y una vez pasado Torrelaguna, seguimos hasta Patones por la M-102.
Antiguamente fué un "reino", con su "rey" y todo. Pero ese rey, más bien era una especie de alcalde, aunque las leyendas dicen que se trataba de un rey de origen visigodo.
El primer escrito oficial que hace referencia al Rey de Patones es de 1653, cuando éste pidió la construcción de la ermita.
Otra leyenda muy famosa en Patones cuenta que durante la Guerra de la Independencia, las tropas de Napoleón no consiguieron dar con este "reino", y por lo tanto, someter al pueblo.
En Patones se pueden hacer muchas actividades, tanto en plena naturaleza como culturales.
Se puede visitar el ecomuseo de la pizarra, al aire libre... se pueden visitar muchos de los centros artesanales con los que cuenta...
...se pueden hacer rutas por la senda El Barranco, o hacer espeleología en la cueva del Reguerillo, donde se encuentran los dos únicos grabados rupestres del Paleolítico Superior en Madrid, y que fue declarada monumento Histórico Artístico en 1944.
También se puede dar un paseo por la Dehesa la Oliva, hasta llegar a la ermita. Aquí se encuentra también una de las entradas a la cueva.
En el entorno cercano está la presa del Atazar, un buen sitio de refresco en verano o para pasar un día de primavera, por ejemplo.
Y quien no quiera hacer nada de eso, puede pasear por las tranquilas calles empedradas de patones de Arriba.
Bajar hasta el río, donde se encuentran los restos de un antiguo molino, con su pequeña cascada, y el lavadero.
Degustar exquisiteces en cualquiera de sus muchos restaurantes o tomar un refresco y alguna pieza de bollería típica de allí. Buenísima, por cierto.
...Y seguir paseando y descubriendo los bellos rincones de este coqueto pueblo de pizarra.
Mayte preciosas imagenes me encanta estos tipos de pisajes con sus casas antiguas,geniales.
ResponderEliminarAbrazaos.
¡Formidable reportaje de Patones! Un lugar mucho más que aconsejable para visitar, pasando un fin de semana en el maravilloso hotel "El Tiempo Perdido".
ResponderEliminarEs un hotel caro, pero merece muy mucho la pena la estancia alló. Para quien no lo conozca, le sorprenderá hasta límites impensables. Tiene su historia que merece ser conocida también. Escribiendo su nombre en Google, se podrá conocer. Mucho más que recomendable ir hasta allí.
Muchas gracias por "enseñarnos" ese lugar tan maravilloso, Maite.
Saludos.
Dios mio Mayte!!!!que pueblecito bonito!!!!me han entrado unas ganas de conocerlo, que suerte conocerte para intercambiar tantas rutas preciosas, que colorido tienen tus fotos, es precioso el color de la naturaleza en esas paredes, parece precioso!!!!era otoño cuando las tomaste? ese rojizo es....alucinante.
ResponderEliminarUn abrazote
Exepsionais paisagens e fotografias. Um belíssimo olhar que sai de tuas lentes! Abraços
ResponderEliminarVivo en patones de arriba, felicidades, lograste recuperar esta mezcla de luces y colores que por estas laderas se esparcen
ResponderEliminarPuedes colgar nuevamente la foto del rey de patones?
ResponderEliminarLa borraron de photobucket.com
Saludos